Confirma tráfico de maderas en la Zona Maya

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El clandestinaje de maderas preciosas y tropicales se está dando en terrenos nacionales, en donde los ejidos no tienen injerencia, afirmó el presidente de la Sociedad de Productores Forestales Ejidales de Quintana Roo, Cristóbal Uc Medina; sin embargo, dijo que incluso en algunos ejidos que no tienen cultura forestal, el clandestinaje se da en baja medida.
Para la Sociedad de Productores Forestales Ejidales de Quintana Roo, el clandestinaje es un problema real porque en el mercado negro las maderas —cedro y caoba- se comercializan hasta en un 50 por ciento menos de su precio real.
Uc Medina afirmó que en los terrenos nacionales no existe vigilancia o está muy limitada, por lo que se deben implementar más medidas de control para evitar el tráfico hormiga, sobre todo con empresarios del vecino estado de Yucatán.
”Se deben tomar medidas más drásticas en el municipio de José Marí­a Morelos y en la parte que corresponde al municipio de Bacalar, porque ahí­ se está dando el tráfico hormiga de maderas preciosas -cedro y caoba- por su mayor precio en el mercado; mientras que las maderas tropicales —chechén, tzalam, chicozapote, ciricote y pucté- tienen un menor costo, por lo tanto, las personas que se dedican a esta actividad no se arriesgan a cortar estas últimas.
En los ejidos con poca cultura forestal no cuentan con permisos para el aprovechamiento de recursos forestales, es por ello que se dedican al clandestinaje, aunque ellos lo justifican con la difí­cil situación económica que se vive en la actualidad, motivo por el que incurren en esa irregularidad», aseguró.
El presidente de la Sociedad de Productores Forestales Ejidales de Quintana Roo afirmó que en lo que se refiere a los ejidos que se encuentran en el municipio de Othón P. Blanco, los campesinos tienen una mayor cultura forestal al contar con los permisos de aprovechamiento, por lo que cuidan mucho los árboles, obviamente porque les deja un mayor recurso económico, gracias a eso, el clandestinaje de maderas preciosas es en menor escala.
Sin embargo, afirmó que en las zonas limí­trofes es donde se ha detectado el mayor problema de la tala clandestina, por lo que se deben de implementar más operativos y no sólo simulaciones por parte de la Procuradurí­a Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Consideró que ante esa situación, y la poca vigilancia de la Profepa, se deben de activar los famosos Comités de Vigilancia Comunitaria; sin embargo, para que sea una realidad, es necesario que se habiliten a los productores de los ejidos con el objetivo de que puedan informar a las autoridades correspondientes sobre la tala clandestina y tráfico ilegal, para reforzar las medidas de vigilancia.
Aseguró que los ejidos forestales venden a 28 pesos el pie tabla de maderas preciosas, no obstante, las personas que se dedican a la tala clandestina y tráfico ilegal las venden a mitad del precio porque no pagan permisos de aprovechamiento, monteo, trabajos de cuidado de la selva, y sólo llegan a la selva, detectan el árbol y lo cortan con la motosierra.
Finalmente, refirió que otro problema que se tiene dentro de la tala clandestina es que cortan árboles de maderas preciosas sin que éstos tengan las medidas reglamentarias, por lo que urgió a la Profepa reforzar las medidas de vigilancia en las áreas protegidas.
Cabe destacar que el Por Esto! de Quintana Roo publicó en su edición del miércoles, que los focos rojos se prendieron de nueva cuenta en materia de tráfico de maderas preciosas dentro del Estado, ya que hace una semana, la Procuradurí­a Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró un predio en el írea de Protección de Flora y Fauna Bala’an K’aax. (Fuente Por Esto)

Graciela Machuca

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