Quintana Roo: Excelente domingo playero

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ISLA MUJERES, 22 de marzo.- Agradable domingo que aprovecharon turistas y locales para disfrutar de las actividades al aire libre que ofrece Isla Mujeres, en especial las principales playas del destino, donde propios y extraí±os se instalaron con la intención de pasar unas horas de sol, mar y arena.
Instalados bajo las matas de coco, sombrillas o simplemente bajo los rayos del sol, los baí±istas realizaban todo tipo de actividades, desde jugar cascaritas de futbol, chapotear en la orilla de la playa o construir figuras de arena, (los más pequeí±os) hasta reposar a la sombra sin hacer nada más que platicar, contemplar el paisaje o leer una revista, con una bebida bien frí­a al alcance de la mano.
Y pese a que en teorí­a no se permite la presencia de vendedores ambulantes en los arenales, no falta el informal que a sabiendas que los domingos los inspectores no laboran, aprovecha para darse sus paseos a lo largo de la costa, ofreciendo a los turistas playeras, collares, pulseras y otras mercancí­as.
Las temperaturas máximas de 31 grados centí­grados y cielo prácticamente despejado, salvo en algunos momentos en los que las nubes ensombrecieron de manera breve los rayos del astro rey, fueron la perfecta motivación para que turistas y locales se sintieran atraí­dos por las frescas aguas del Caribe y acudieran a los balnearios públicos de Isla Mujeres, a fin de calmar el intenso calor que se dejó sentir, mitigado solamente por la brisa marina.
Atraí­dos por las altas temperaturas y el deseo de tomar el sol, los baí±istas se acercaron a las playas de este rincón del Caribe mexicano, de los cuales algunas familias de la localidad llevaron sus alimentos y bebidas, al igual que varios turistas, quienes disfrutaron del agradable clima y la tranquilidad de los balnearios, bien recostados sobre la arena o en los camastros y sombrillas que se ponen en renta para mayor comodidad.
En la Punta Norte, algunos yates y embarcaciones particulares fondearon cerca de la playa, respetando el lí­mite marcado por el boyado que sirve de protección a los baí±istas y podí­an apreciarse a sus ocupantes tomando el sol en la proa o tirándose clavados en el mar.
Embarcaciones turí­sticas y barcos de ruta llegaron desde temprana hora al destino con muy buenos aforos y atracaron en los diferentes muelles, para que sus ocupantes tuvieran la oportunidad de recorrer el primer cuadro de la ciudad, realizar sus compras en los establecimientos de artesaní­as y disfrutar de las cálidas aguas de la bahí­a.
Del mismo modo, las arrendadoras de carritos de golf tuvieron una buena demanda, particularmente de turistas de pasadí­a, quienes arriban al destino por unas cuantas horas y aprovechan para rentar uno de estos vehí­culos para recorrer la isla a sus anchas.

Graciela Machuca

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