Milpa, sustento de mayas peninsulares que data de tres mil 500 aí±os Ver más en: http://www.20minutos.com.mx/noticia/b280462/milpa-sustento-de-mayas-peninsulares-que-data-de-tres-mil-500-anos/#xtor=AD-1&xts=513356

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La sabidurí­a de los mayas peninsulares se refleja en el manejo de la naturaleza, en especial del sistema agrí­cola de la milpa con una sustentabilidad que data de tres mil 500 aí±os, aspectos que se pueden apreciar en la exposición «Kool, La Milpa Maya». Como resultado de su «cosmovisión» relacionada con el respeto y convivencia con la naturaleza, los mayas fueron capaces de convertir uno de los suelos más pobres de México en un vergel con más de 30 especies y 100 variantes de plantas, pilares de su sustento. Esa tecnologí­a biológica aún vigente entre las comunidades indí­genas del estado forma parte de una muestra que se presenta en el vestí­bulo principal del Gran Museo del Mundo Maya de Mérida desde la ví­spera y hasta el próximo 1 de junio. Con motivo del Dí­a Internacional de los Museos, cuyo tema de este aí±o es «Museos para una sociedad sostenible», el recinto expone elementos que forman «el corazón» de la sustentabilidad en la cultura maya, la milpa, en cuya base se encuentran el maí­z, el frijol, la calabaza y el chile. Bajo el tí­tulo «Kool, La Milpa Maya», en la exposición se define qué es la milpa, cuáles son las bases de la misma, en qué consisten la tumba y quema, cuál es la utilidad del barbecho y cuáles son las fortalezas de ese sistema de cultivo. En un recorrido por la muestra, se aprecia una explicación acerca de la perdurabilidad de ese policultivo, de las amenazas a que se enfrenta y de sus perspectivas, así­ como de su relación con la biotecnologí­a, la sustentabilidad y lo sagrado. La exposición permitirá a los visitantes conocer e identificar una gran variedad de semillas de diversos cultivos, algunos de ellos endémicos, como las de espelón, papaya, calabaza, jí­cama, lek, maí­z, sandí­a, frijol, ib y pepino, todas provenientes del municipio de Peto. Se muestra asimismo una topografí­a accidentada, suelos pobres y un régimen pluvial aleatorio que favorecieron una agricultura a base de plantas adaptadas a condiciones diversas, en la que la estrategia campesina del policultivo «ha sido garantizar la producción a diferencia de los monocultivos que buscan aumentar la producción». La milpa «ha sido el corazón del sistema cultural, de modo que no sólo la cultura culinaria, sino la religiosa, han dado vigor a la milpa», lo que además, expone, «provoca un trato respetuoso hacia la naturaleza», lo cual es base de la sustentabilidad del policultivo. De esa manera, un sistema «tan aparentemente simple e ineficiente» como la milpa pudo sostener grandes poblaciones con los nutrientes necesarios y esa capacidad se mantuvo en la pení­nsula de Yucatán en la Colonia, la Independencia y bien entrado el Siglo XX. Entre las amenazas a que se enfrenta ese esquema están las migraciones «que han arrancado a los jóvenes de las comunidades», el maí­z transgénico, el cambio de dieta y el sedentarismo, lo que conduce a la obesidad y a la diabetes de gran parte de la población indí­gena. Mediante la muestra se hace un llamado para impulsar la conservación de las semillas de la milpa, pues muchas de ellas presentan resistencia la sequí­a, una de las amenazas ante el creciente calentamiento global. Además, a restablecer la dieta tradicional para evitar enfermedades relacionadas con la alimentación y fomentar la conservación de los recursos genéticos (semillas) de la milpa con el objeto de que sea reconocida como patrimonio intangible de la humanidad.

Con información de Notimex

Graciela Machuca

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