Javier Solórzano Zinser
Desde hace meses se sabe que México expulsa más migrantes que Estados Unidos. Con Barack Obama se ha deportado al mayor número de migrantes en la historia reciente de la Unión Americana, lo cual incluye a George Bush hijo.

Desde nuestro paí­s se ha expulsado en el último aí±o a 107 mil 814, algo así­ como 2 mil a la semana, en contra de 70 mil 488 por parte de EU. La polí­tica migratoria mexicana se ha dedicado en los aí±os recientes a hacer el trabajo sucio para EU.

El gobierno tiene en la mira a los migrantes que desde Centroamérica intentan ingresar al paí­s para cortarles su afán por lograr lo que en otro tiempo era el ”sueí±o americano». Las migraciones guatemalteca, salvadoreí±a y hondureí±a, están en la mira de nuestras autoridades.

Lo grave para el gobierno mexicano es que, por más favores que le haga a Washington, en la frontera sur le está apareciendo una situación que suponemos no imaginaba: muchos de los migrantes ya no optan por cruzar el paí­s para llegar a EU, debido a que se están quedando en México, particularmente en Chiapas En este estado se ha ido gestando un desarrollo económico atractivo, producto, en buena medida, de la ansiosa y voluntariosa mano de obra de los migrantes.

Para darse una idea de por lo que pueden pasar los indocumentados en su intento por llegar a EU, está el operativo que llevó a detener un camión con un importante número de ellos cerca de la frontera norte en Galeana, NL, esta semana.

Las condiciones en las que viajaban los migrantes, la mayorí­a centroamericanos, eran sencillamente inhumanas. En el camión se transportaba incluso a bebés de máximo un aí±o de nacidos, que bien pudieron morir.

Los migrantes en su urgencia laboral no paran. Son conscientes de lo que pueden enfrentar al cruzar por nuestro paí­s. El caso mexicano está cambiando. Una de las razones por las que ha disminuido nuestra migración es por los riesgos que se corren al atravesar el paí­s, a lo que se suman Barack Obama y su polí­tica migratoria.

Hacer el trabajo sucio a EU cuesta caro con todo y que el dinero para hacerlo venga del otro lado, como asegura The New York Times. No hay argumentos ni fuerza moral ante EU cuando le reclamamos respeto a nuestros paisanos, por más que algunos migrantes centroamericanos se queden a trabajar en la frontera sur, en medio del singular boom laboral que se vive en la zona.

- RESQUICIOS. Así­ nos lo dijeron ayer:

La lengua de Vicente Fox es más rápida que su cerebro, (Jorge Alcocer al citar a Porfirio Muí±oz-Ledo).

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Graciela Machuca

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