Cereso de Cancún, el más infame

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POR ESTO

La huella de la corrupción y de la impunidad de exdirectivos ha quedado marcada forma directa dentro del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cancún, pues en su paso por dicho penal se han coludido con los delincuentes para que hagan de ese lugar, un verdadero centro de operaciones del crimen organizado.
Y prueba de ello es que en los últimos 10 aí±os, el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) ha sido claro y contundente al calificar a la cárcel de Cancún como una de las peores del paí­s por reincidencia en temas como hacinamiento, insuficiencia en los programas para la prevención y atención de incidentes (rií±as, motines), así­ como en los procedimientos para la remisión de quejas de probables y una constante violación a los derechos humanos.
Todo esto ha ocurrido durante las administraciones de Juvenal Reyes Marrufo, Marco Antonio Mejí­a López (preso por su relación con el crimen organizado), Jorge Mendoza Argí¼elles (encarcelado por una fuga de reos), César Martí­nez Faz, Higinio Sánchez Baltasar alias ”El Chueco», Salvador Reyes Muí±iz e incluso, el esporádico paso del capitán segundo de Infanterí­a del Ejército, Ernesto Hernández Morales, quien fue cesado por conducta inapropiada (borracho) a 49 dí­as de estar en el cargo.
De igual manera la corrupción siguió con Manuel Virgilio Morales Herrera, Joel Flores Cardozo y Fermí­n Cortéz Burgos que estuvo en dos etapas en los últimos aí±os.
En el caso particular de Manuel Virgilio Morales Herrera, la situación fue mucho más que evidente porque durante su gestión se hicieron seí±alamientos de que uno de sus familiares se encargaba a través de un despacho de abogados, a tramitar amparos de internos que se encontraban enlistados para ser trasladados a otros penales.
La información de los nombres de reos que se supone deberí­an ser confidenciales para evitar alborotos de reos, se filtraba a través de la propia dirección del penal y justo cuando se procedí­a al traslado, alguno de los presos ya tení­an la protección de la justicia federal en la mano y con ello evadí­an su transferencia a otros penales.
Actualmente, la sobrepoblación del penal supera a los más de 2 mil 200 internos, donde a la cascada de corrupción e impunidad de exdirectivos, se le suma la indiferencia de quienes han asumido la responsabilidad de atender el departamento de Ejecución de Penas y Medidas Penitenciarias de la Secretarí­a Estatal de Seguridad Pública que no actúan ni presionan a la federación la construcción de un nuevo Cereso en Cancún.
A nivel nacional, Quintana Roo ocupa el primer lugar con la peor calificación por las condiciones de los penales con 3.66 de puntuación, pero tan solo la cárcel de Cancún tiene 3.07, que la hace la más infame en los últimos 10 aí±os.

Graciela Machuca

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