EL CICLO NATURAL DE LOS CICLOS

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Dr. Eduardo Ariel Herrera ívila

Los cambios, generalmente, son vistos como algo negativo, que podrí­a sacarnos de nuestra zona de confort y ponernos en predicamentos. La realidad es que hay parte de razón en esa forma de pensar; en innumerables ocasiones los cambios exigen dejar la zona de confort y siempre representan un aprendizaje, a veces al principio y a veces al final… en algunas ocasiones durante toooodo el proceso. En si, los cambios, desde mi muy particular perspectiva, siempre son necesarios.

Cerrar ciclos es parte fundamental de la vida, los cambios exigen cerrar ciclos para poder adaptarnos a la situación que viviremos posteriormente, es difí­cil encontrar lo bueno en algo cuando estamos llorando por lo que ya no tenemos… en una ocasión, dado mis ataques de hormonas y rebeldí­a, recibí­ como castigo el que me retiraran una consola de videojuego de forma temporal, sin embargo no supe como asimilarlo y comencé a hacer un berrinche de tal magnitud que terminé por ver como rompí­an la consola y todo aparentaba que me iba a quedar sin consola de forma permanente… obviamente me puse a llorar por lo perdido y adopté una actitud de culpar a quien lo habí­a roto; sin embargo hubo una persona que me aconsejó no continuar con esa actitud, modificar la acción y sugirió que dejará de llorar y iniciará con un proceso de reajuste de acciones que me permitiera, primero, salir del castigo que me habí­a ganado (de manera justa), posteriormente trazar un plan para obtener otra consola y, por ultimo, intentar reajustar mis actos cotidianos para ya no volver a perder lo que con tanto trabajo estaba obteniendo. Después de esa charla, no voy a decir que fue fácil, comencé un tortuoso camino para tratar de controlar ese temperamento tan explosivo que me dominaba, logré cumplir con mi castigo y después comencé a reunir el dinero que necesitaba para conseguir mi juego de nuevo… mis padres, al ver los pequeí±os cambios que se gestaban, me apoyaron y, en menos tiempo del que pensé, pronto me vi nuevamente con la consola en mi cuarto y disfrute de que estaba actualizada y con mejores juegos que la perdida con anterioridad. Lamentablemente no entendí­ (quiero pensar que debido

al í­mpetu juvenil y la falta de experiencia) que esas modificaciones debí­an ser permanentes y aceptar los ciclos que se abren y se cierran y, sobre todo, que yo soy responsable de las cosas que pienso, hago y digo… algo que, de haberlo hecho, me hubiera ahorrado mucho sufrimiento futuro.

Hoy me queda claro que los cambios representan ciclos necesarios en nuestra vida, que yo soy el único responsable de todo lo que pienso, digo y hago, y que las consecuencias de mis actos son parte fundamental de esa simbiosis en mi ser… al final debo aceptar que si no estoy dispuesto a cerrar los ciclos, las consecuencias de esa acción traerí­an resultados poco agradables y que, casi seguro, me harán entrar a un circulo vicioso de culpabilidad haciéndome generar resentimientos y pocos resultados positivos.

Tal vez, en estos momentos, estés pensando, amable lector, que los ciclos se cierran solos… y tienes parte de razón… sin embargo es necesario estar consiente que nosotros somos los que podemos entorpecer ese cierre natural al hacer todo lo posible porque se mantengan las cosas como a nosotros nos agrada; es decir, no aceptar el desarrollo de las cosas. Afortunadamente tenemos momentos que nos permiten centrar nuestras ideas y comenzar a proponernos acciones que nos permitan reprogramar nuestras ideas y comenzar a modificar nuestros actos. Diciembre, para quienes nos encontramos en esta parte del mundo, nos brinda la oportunidad de poder realizar modificaciones a nuestro pensamiento y nuestras acciones, ya que, por tradición, es el momento de hacer las listas de los propósitos que pretendemos realizar al inicio del aí±o nuevo, entendiendo que al finalizar este aí±o debemos dejar lo que no nos sirve o apoya fuera de nuestra nueva oportunidad de vivir. Es decir, nos permite cerrar un nuevo ciclo de 365 dí­as y aceptar de manera social que debemos hacer cambios para poder alcanzar nuestras metas personales.

En fin, tal vez ya ando desvariando y pensando cosas raras, pero deben entenderme ya que estoy en proceso de hacer mi lista de propósitos… es decir,

tratando de aceptar que, me agrade o no, mi ciclo en el 2018 ya se cerrará y que debo concentrarme en lo que el 2019 puede ofrecerme y, al parecer, es muy alentador.

Gracias a todos los que me leen y me permiten conocer sus comentarios, sigan escribiéndome, es agradable leer sus opiniones… mientras tanto seguiré disfrutando de la vida a lado de las personas que me rodean y me permiten ser lo que soy… mi familia gracias por estar… les amo!!

Graciela Machuca

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