Se fue el general maya José Isabel Sulub Cimá, olvidado por la clase política de Quintana Roo 

0

Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez 

La clase política de Quintana Roo se caracteriza por ser insensible a la preservación de la cultura maya, pero principalmente a las mujeres y hombres vivos de esta cultura; privilegian al maya muerto, a sus vestigios arqueológicos, sus aguas, sus selvas, sus centros ceremoniales, porque a los primeros tienen que garantizarle sus derechos humanos, mientras que la cultura de museo, de las zonas arqueológicas solo les reditúan ganancias económicas.

Al pueblo originario de lo que hoy es el estado de Quintana Roo se le tiene relegado en condiciones de pobreza, marginación, explotación, solo se acuerdan de él cuando son necesarios para justificar programas sociales asistencialistas, como parte de la escenografía, para incrementar los sufragios para el partido político que esté en el poder.

Desde los tiempos hegemónicos del PRI se le ofreció al pueblo maya dignificar su vida cotidiana, acercándole proyectos cooperativistas, construyendo caminos, carreteras, programas institucionales que fracasaron porque el apoyo real nunca llegó. Por ejemplo, en la zona maya de Quintana Roo se construyó un hospital durante el gobierno de Adolfo López Mateos, el cual no ha sido sustituido por otro, solo se le hacen remiendos a la vetusta instalación que carece de todo, desde gasas hasta equipo de rayos X o quirófanos equipados y suministrados de insumos.

Con fines políticos y electorales se institucionalizó las prácticas religiosas de los mayas, se llevaron a la ley usos y costumbres incompatibles de origen, por lo que la forma de autogobernarse en aspectos internos de las comunidades fue atrofiadas y con ello se vulneraron sus derechos y la conservación de prácticas internas que permitían la cohesión comunitaria.

La intervención del Estado en las comunidades mayas ha servido para mantenerlas en la marginalidad y apostar por la división interna, de esta manera han logrado el control. Esto ha permitido que la organización de estas comunidades no se pueda dar ante las intervenciones del Estado a sus territorios, aguas y selvas, como sucede con pueblos originarios de otras regiones del país.

Estos comentarios los hago con motivo del fallecimiento del General Maya José Isabel Sulub Cimá, ocurrido el pasado domingo 25 de junio, como lo informó oportunamente el periódico Cambio 22.

Vivía en la comunidad de Dzulá, municipio de Felipe Carrillo Puerto, murió a los 87 años de edad. Fue nombrado General del Centro Ceremonial de la Cruz Parlante y en su momento, presidente del Gran Consejo Maya, responsabilidad de la cual se le relevó al no convenir a la política estatal en turno sus declaraciones políticas y su apoyo al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, por lo que al asistir a su toma de protesta en el Zócalo de la Ciudad de México el primero de diciembre de 2018, fue designado para entregarle un bastón de mando a nombre de los pueblos indígenas de México.

A su regreso, desde el gobierno del estado de Quintana Roo se orquestó su destitución como General del Centro Ceremonial de la Cruz Parlante y por ende, presidente del Gran Consejo Maya, una institución que fue creada de manera corporativa por autoridades ligadas al PRI. 

Sulub Cimá fue nieto del Teniente Evaristo Sulub, último Batab que encabezó una rebelión maya en Dzulá el 13 de abril de 1933.

Con la representación indígena que tenía legitimas acciones de partidos como Acción Nacional, de la Revolución Democrática y de MORENA, sin embargo, en las últimos meses que estuvo hospitalizado en varias ocasiones y requería de recursos para su atención, ninguna de las personalidades políticas en sus respectivas campañas, que lo buscaron para tomarse una fotografía con él respondieron a las llamadas de familiares.

A mis redes sociales han llegado comentarios como el siguiente como un homenaje al general José Isabel, a quien la clase política de Quintana Roo lo olvidó en los últimos meses de su vida y murió en condiciones de pobreza y marginación, circunstancias del pueblo maya que consideró cambiarían con la llegada de la 4T el primero de diciembre de 2018, fecha que cambió su trayectoria política.

Bix’abel Chan Santa Cruz.

Buen día Carrillo Puerto. 

Un día triste para los mayas cruzo’ob y toda la Zona Maya. 

Ha muerto el general don José Isabel Sulub Cimá, dignatario maya del santuario Noh Ka Santa Cruz X Balam Nah.

Un auténtico Maya masehual que defendió con valentía y cabalidad a su encomienda dada por aquellos guerreros que juraron defender a la Santa Cruz 

Resistió hasta su muerte el último embate por parte del gobierno al querer imponer un mal llamado Consejo supremo Maya.

Defendió la autonomía que tienen y deben de tener todos los santuarios de la Santa Cruz.

Se enfrentó con hombría éste ataque hasta dónde le alcanzó sus fuerzas, dada su edad y enfermedad se refugió en su pueblo natal Dzula.

De este pueblo se dice en la historia que ahí se desarrolló con el teniente Sulub la última batalla de la guerra de castas pero desde ahí mi general mantuvo esa resistencia. 

Ahora con su muerte veremos otra página de la historia de este gran pueblo Maya.

¿Seguirá la intromisión del gobierno en asuntos de los santuarios? ¿Qué harán los mayas masehuales? ¿Qué harán aquéllos que se dicen mayas? (Que sólo dicen, pero nunca han hecho guardias en el cuartel del santuario). ¿Qué escribirán esos historiadores de la Guerra de Castas? 

No soy Maya, no soy de aquí (para aquellos que me lo dicen y lo siguen diciendo), pero he aprendido de esos hombres que tienen todo él autentico conocimiento de esta gran cultura Maya y me han enseñado a RESPETARLA y a dejarla muy dentro de mi corazón y uno de ellos fue don José Isabel. 

«Cuando un hombre muere, empieza la leyenda» 

Uff sólo me resta decir.

¡PRESENTÉ MI GENERAL! 

Hasta el mensaje llegado a esta redacción.

Graciela Machuca

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *