Los Mayas importaron Guajolotes, usaban los huesos como trueque con otros pueblos

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reforma.com.-

Mil aí±os antes de lo que se pensaba, existió un intercambio o comercio de guajolotes entre el Centro de México y la región maya guatemalteca de El Mirador, los cuales eran utilizados posiblemente en sacrificios rituales o como alimento de reyes y sacerdotes, sugieren especialistas.

Erin Thornton, antropóloga del Museo de Historia Natural en Florida, explicó que encontró huesos correspondientes al guajolote mexicano en el sitio arqueológico El Mirador, en Guatemala.

«Se trata de un descubrimiento significativo debido a que los mayas no solí­an domesticar animales, ellos cultivaban plantas y muchos de sus animales provení­an de recursos silvestres», seí±ala Thornton, investigadora asociado del Museo de Historia Natural en Florida.

«Podrí­a ser que seamos testigos del momento en el cual la especie fue introducida entre los antiguos mayas. Meleagris gallopavo se origina en el México central, fuera de la zona cultural maya y posteriormente fue llevada a Europa, todos los pavos domesticados se originaron en México».

El guajolote mexicano es el ancestro de todos los pavos domésticos que se consumen en el mundo hoy en dí­a y sólo los indí­genas mesoamericanos lo domesticaron. El descubrimiento de los huesos tan al sur del rango natural de esta ave muestra que el intercambio de animales ocurrió en Mesoamérica y la cultura Maya durante el periodo Preclásico tardí­o, entre los aí±os 300 a.C y 100 d.C.

«El guajolote fue un animal muy significativo, no eran los únicos animales usados en sacrificio pero hasta ahora se pensaba que los mayas usaban al ejemplar silvestre (Meleagris ocellata) y no al domesticado en México. De hecho se pensaba que la especie sí­ habí­a llegado al mundo maya pero mucho tiempo después, aproximadamente en el periodo Postclásico», aí±adió la especialista.

«Esta investigación tiene consecuencias sobre el entendimiento que tenemos de la subsistencia maya debido a que podí­an tener acceso a controlados recursos. Los huesos de pavo fueron encontrados a la derecha de un centro ceremonial, así­ que probablemente fueron los restos de algún tipo de sacrificio de elite», precisó Thorton.

«Los pavos fueron comprados, no eran locales, pero no sabemos si fueron comprados y después sacrificados, usados como artí­culo comercial o criados en el lugar antes o después de una introducción. El estudio en El Mirador es realmente una pieza del rompecabezas que estamos explorando».

La presencia de los huesos implica que los mayas del Preclásico no sólo utilizaban las especies locales, sino que tení­an la capacidad de importar aves domesticadas en el centro de México, enfatizó la especialista.

El Mirador es una de los más grandes y desarrolladas locaciones del Preclásico en las tierras bajas mayas. El sitio contiene templos masivos complejos, y algunos de los edificios mayas más grandes jamás construidos.

Por otra parte, se tienen registro de que además de ser usados en sacrificios, también se aprovechaban las plumas y huesos de los guajolotes para producir medicinas, abanicos, herramientas, instrumentos musicales y adornos personales.

Sacrificio

El hallazgo de los huesos de guajolote domesticado en el mundo maya implican que es necesario revisar los registros hallazgos similares anteriores, consideró la especialista Mary Pohl, de la Universidad de Florida.

«Este estudio es extremadamente significativo y creo que abre toda una nueva perspectiva sobre la domesticación de animales en el mundo Maya», dijo Pohl en un comunicado de prensa.

«Es especialmente interesante que estos huesos se encuentren en un contexto piramidal especial debido a que las personas siempre piensan en los pavos como algo para comer, pero probablemente fueron usados para alguna especie de ofrenda, lo cual justificarí­a el que hayan sido traí­dos para este fin desde una distancia larga».

Graciela Machuca

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