La apicultura de Quintana Roo, en grave riesgo de desaparecer
Yoisi Moguel / Finsat
Martes, 19 de febrero de 2013
Productos transgénicos contaminan la miel que se exporta a la Unión Europea.
FELIPE CARRILLO PUERTO, Quintana Roo.- Aun cuando la actividad apícola es la más sustentable de la zona sur de Quintana Roo, se encuentra en riesgo de desaparecer a consecuencia de la siembra de productos transgénicos como maíz y soya, situación que ha ocasionado la presencia de polen contaminado en el análisis a que es sometida la miel que se exporta a la Unión Europea.
Rubén Darío Parra, director de Apicultores Mayas de Maní, del municipio de Felipe Carrillo Puerto, alertó sobre el riesgo en que se encuentra esta ancestral actividad, que ha tenido las primeras repercusiones en sus exportaciones a Alemania, donde se detectaron residuos transgénicos en el polen al momento de ingresar a esa nación.
Incluso, Alemania envío al gobierno mexicano los resultados de los estudios realizados a este producto, mientras que en la parte comercial la miel yucateca perdió su valor como producto orgánico y fue retabulada por los compradores europeos como producto para industrializar, con un menor costo en ese mercado, afirmó el directivo.
La industria mielera, detalló, agrupa a alrededor de 20 mil apicultores de la Península de Yucatán, que producen 15 mil toneladas al aí±o de miel, de las cuales el 90 por ciento es destinado a la Unión Europea, donde es altamente cotizada por su calidad, olor y sabor, pues es considerada la mejor del mundo.
Al perder la miel su calidad orgánica, los apicultores locales dejaron de ganar nueve mil dólares por contendedor, alrededor de 115 mil pesos, pues fueron 24 toneladas las que resultaron daí±adas con transgénicos, especificó.
El directivo de Apicultores Mayas de Maní, que agrupa a 65 productores y cuenta con seis mil colmenas, advirtió de que la apicultura de la entidad se encuentra en grave riesgo, porque las autoridades tanto federales como estatales no han verificado si la siembra de maíz y soya son productos confiables sin transgénicos.
Por las afectaciones sufridas y para proteger la actividad, los apicultores quintanarroenses pidieron al Congreso de la entidad declarar a Quintana Roo como un estado libre de transgénicos, sin que hasta el momento hayan tenido respuesta del gobierno del estado ni de los legisladores.
Rubén Darío Parra consideró que la amenaza de la llegada de soya transgénica puede ser real, ya que el subsecretario de Desarrollo Agropecuario y Desarrollo Indígena anunció para este aí±o la siembra de tres mil hectáreas de soya, que pone en peligro a las colmenas, que deben tener una distancia mínima de 25 kilómetros de las plantaciones transgénicas.
En el caso de Quintana Roo, el presidente de la cooperativa Flor del Tajonal, Leovigildo Nájera Pech, explicó que la apicultura agrupa a cuatro mil 500 productores que envían su producción al mercado exterior a través de los mayoristas de Yucatán.
La situación de la siembra de transgénicos se dio a conocer a las autoridades estatales y federales, pero a pesar de las pruebas enviadas por Alemania, los gobiernos federal y estatal niegan la presencia de maíz y soya transgénicos.
Con el cambio de tabulador, asentó, el dulce yucateco será utilizado sólo para darle olor y sabor a los productos que provienen de otras naciones como de Argentina y Brasil, y no para consumo directo.
Sobre el tema, el subsecretario de Desarrollo Agropecuario y Desarrollo Indígena de Quintana Roo, Germán Parra, recordó que la apicultura en Quintana Roo es una actividad complementaria, ya que la mayoría de los campesinos que se dedican a ella tienen otras fuentes de ingresos.
Aun cuando confirmó que para 2013 en el sur de Quintana Roo se sembrarán tres mil hectáreas de soya, descartó que este grano sea transgénico.
La entidad, resaltó, cuenta con 100 mil 135 colmenas que se distribuyen en tres, 689 apicultores de 18 organizaciones, teniendo una producción promedio por colmena de 28.5 kilos del dulce.
En el municipio de Felipe Carrillo Puerto es donde la producción de miel está por arriba de la media estatal al alcanzar 60 kilogramos por colmena.
Del total de la producción lograda cada aí±o en el estado, los apicultores exportan 70 por ciento, aunque la producción ha ido disminuyendo desde hace 10 aí±os a la fecha.