Cómo se celebra en el mayab el dí­a de muertos, enseí±anzas de la abuela

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Bernardo Caamal

La maí±ana de hoy, el ruido que producen los tacones de mi hija al caminar por la casa, fue lo que me despertó. En ese momento fue cuando me percate que ella lucí­a un hermoso terno y tan solo al mirarla, al instante se me aclaró, los aí±os no pasan en vano.

Sin embargo, el ruido incesante del teléfono interrumpió esos momentos de reflexión en torno a la vida y en el crecimiento de los hijos.

¡Arux! ¿Estas ahí­? Me escuchas…, fue la voz que escuché por el auricular del teléfono – en donde el personal de la radio XEPET ”La Voz de los Mayas»-, me daban el espacio en la radio con el fin de hablar sobre el tema ”Baax ku tsí­ikbatal tu paach le pixanobo’ -Cosas que se platican en torno a los difuntos.

Al momento de iniciar con mi plática, a pesar de que tengo bosquejado el guion del tema a compartir en la radio, pero en mi memoria desfilaba gratos recuerdos de las últimas 4 décadas de mi vida, en el cual en mis primeros aí±os, tuve la fortuna de ser acompaí±ado por mis abuelos y mi madre. Puedo decir que ellos fueron cruciales en mi desarrollo como persona, incluso en la elección de la carrera profesional y de los deseos de regresar a mi tierra al término de mis estudios.

Como ejemplo, tan solo en lo que concierne a la abuela, ella por ejemplo, aprovecho todos los espacios y momentos para compartirnos no solo sus sabios consejos sino esos relatos que le daba un toque mágico al mayab, como es el caso del tema del pixaan (difuntos).

-Ken kí­imik maake’ u kpixaane’ ku p’aatal kilí­ich xaan — al morir, nuestras almas hay que hablar de ellas siempre con un profundo respeto-, me compartió en una ocasión.

– Chaan xí­ipal- muchacho, ellos por la situación en que se encuentran, te pueden castigar, me afirmó un dí­a noble mujer que supo cultivar en mí­ cómo amar al mayab.

Ella al hablarme del tema de los muertos, me dijo que dí­as previos a la conmemoración de este dí­a, no sé si por eso meda cierto miedo de ir en los lugares muy oscuros, aunque eso en realidad tarda muy poco, porque con solo ver a las luciérnagas brillar en medio de la oscuridad, pues me olvido de los pixanoob.

Aunque en en estos dí­as, el ambiente cambia rotundamente generalmente por las maí±anas, es posible observar una densa niebla por los caminos; luego los ligeros vientos del Xaman Kaan —del norte-, y algunas lluvias que caen en estas fechas, hacen de estos dí­as ser muy especiales.

Luego, recordé cuando la abuela me decí­a, ten este hilo negro, amárralo en la manita o en los pies para que ”no lleven tu pixaan los abuelos», mientras me decí­a, recuerdo que no tení­a ningún minuto de descanso.

Cuando ella te platica, a veces lo hací­a cuando torteaba o cocinaba; o entre los momentos en que lo ayudaba me aconsejaba; en el caso en la curación de mis dolencias por alguna enfermedad, mientras me curaba, me decí­a, K’aajt walewale —conoce estas plantas- porque no todos los dí­as estaré contigo para mostrártelo.

¡Cuánta razón tení­a esta noble mujer!

-Apúrate no vez que hay que llegar a la casa antes de que anochezca.

Ya cuando estemos en la casa, mientras voy a buscar el agua, prende la candela y luego le jan das de comer a los cerdos y a las gallinas, y cuando termines de criarlos, cierra bien el gallinero para evitar que el óoch ( tlacoache) se coman nuestras gallina….

Pues mientras tení­a el teléfono convertido en micrófono en esos momentos, fueron esos recuerdos que me asaltaron, creo que por eso, mi voz se quebró tan solo por el hecho de recordar a ellos.

Cómo relatar sobre la conmemoración de los pixaanob, si no me acuerdo de mi familia. Mi plática inició seí±alando la importancia de limpiar la ropa y el lugar donde vivimos; prepararse para recibir las almas de nuestros seres queridos.

Resalté que el 31 de octubre, es el dí­a dedicado para honrar las almas de los nií±os y nií±as, por eso en el altar principal no sólo se colocan las fotos de ellos, sino que sobresale la Cruz Maya, frutas, dulces de cocoyol, name, camote y las frutas de la temporada, además estos espacios son decorados con velas de colores y la comida principal, se podrí­an observar los tamales, tso’otobes y el atole u otras cosas que se ponen en este lugar sin que ”represente peligro para los nií±os difuntos»

El 1ero o 2 de noviembre; este dí­a está dedicado a los difuntos mayores; en este caso, es fácil observar en la mesa ceremonial, velas negras, comidas como el tí­pico relleno negro, escabeche u otro tipo de alimento de cierta predilección del difunto de esta familia. El detalle en este caso puede haber comida como los caldos calientes, cerveza y cigarros.

Mientras que a los ocho dí­as después de esta conmemoración especial, es cuando se realizan nuevamente las ofrendas y los rezos, solo que en este caso, la particularidad que hay es con respecto a los alimentos, como los tamales, tso’otobes y el tí­pico mukbipollo, y que de acuerdo a los consejos de nuestros mayores, es que son alimentos que duran más tiempo para que los pixanes se alimenten durante su caminar y les alcance hasta el dí­a que regresen nuevamente cuenta a la casa para visitar a sus seres queridos.

De tal modo que escuchar a las rezadoras; sentir el olor a incienso; mirar la mesa repleta de los alimentos, en donde sobresalen las tortillas y el atole nuevo, y si uno llega de paseo por estos lugares, seguramente recibirán con mucho agrado, porque para ellos somos representantes de sus difuntos, y de esto fue lo que charle durante unos 30 minutos en la radio y de esa forma compartir con mis radioescuchas, la importancia de vivir nuestra tradición y reproducir de nueva cuenta esa información milenaria que nos dejaron nuestros antepasados mayas…

Graciela Machuca

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