Tajamar
Javier Chavez
Es terrible que algunos mexicanos reaccionemos contra actos de barbarie en los que meten mano hombres del poder, desde el regidor más servil hasta el Presidente mega poderoso. A estas alturas ya no importa quién fue el culpable del ecocidio en Tajamar Cancún, ya que han desfilado los ex presidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, como también los inútiles del Verde Ecologista y una cadena de mandos clave. Quizá hasta las Momias de Guanajuato están involucradas.
La mano gubernamental hizo su parte para destruir esa zona de manglares, y es absurdo que el propio gobierno haya dinamitado Tajamar, cuando su razón de ser en todos los niveles es hacer lo correcto para un desarrollo en armonía. Y no necesitamos leyes para preservar manglares o para no exterminar manatíes.
Pero quizá el éxito turístico de la zona arqueológica de Tulum la mantenga a salvo, porque si fuese un estorbo ya la habrían demolido para fundar un mega desarrollo hotelero o un campo de golf. Porque los hombres de poder y los influyentes no se detienen ante nada con tal de salirse con la suya.
El diario espaí±ol El País tituló con muy buen tino: ”México destruye parte de un manglar en Cancún para un proyecto hotelero». Bien puesto el chingadazo, ya que a estas alturas lo de menos es el nombre de quienes empuí±aron el estilete para matar la vaca, ya que otros se encargaron de inmovilizarla y previamente otros la trasladaron al matadero.
Pero fue un pestilente pacto entre alfiles gubernamentales y empresarios el que convirtió a Tajamar en un cementerio que tanto nos duele y encabrona, atizando una negra publicidad que tanto daí±a a Cancún, a causa de la avaricia de políticos que todo lo venden para llevarse su tajada en efectivo.
Tajamar representa muchas cosas malas, y el gobierno debe recriminarse ante el espejo por esta puí±alada a la naturaleza. Y no importa si fue Chana, Juana o su hermana.