La nueva naviera es una decepción

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POR ESTO

Incertidumbre total sobre cuándo podrí­a iniciar operaciones de manera formal la naviera Marinsa, cuya taquilla en la terminal de API en Puerto Juárez está lista para empezar a trabajar, en tanto se intuye que en fechas próximas podrí­a incorporarse a la ruta la empresa Naveganto, que aún alista sus embarcaciones; las que por lo que pudo escucharse, serí­an más funcionales que las pangas de Marinsa.
Por el momento, el personal de Marinsa, debidamente uniformado, se mantiene a la espera de que la naviera comience con la ruta y aunque las pruebas de atraque ya finalizaron, a partir del sábado se procederá a ofrecer los primeros viajes con pasaje externo, a tí­tulo gratuito, aunque se desconoce el éxito que pueda tener una empresa cuyo tiempo de cruce es exactamente de ¡55 minutos!
Quienes se sienten muy molestos son los lancheros de las dos cooperativas turí­sticas de Puerto Juárez, debido a que las maniobras de las embarcaciones de Marinsa, que claramente tienen demasiado calado para la profundidad del mar en esa zona, provocan que la arena del fondo se revuelva y se desplace hasta los muelles en los que tienen atracadas sus lanchas, que al paso del tiempo podrí­an quedar varadas ante el exceso de sedimentos, y podrí­a poner en problemas sus operaciones.
”Por lo pronto API nos quiere desplazar de los muelles que tradicionalmente ocupamos desde hace muchos aí±os. La directora general pretende que volvamos a atracar en los palitos que están más allá, fuera de la terminal y eso nos parece injusto», lamentaron.
Aí±adieron que, en su carácter de muelle público, API permite ahora que peguen embarcaciones turí­sticas tipo catamarán e incluso los barcos de Dolphin Discovery, todo es bueno para recaudar más fondos… máxime ahora, con las campaí±as electorales a la vuelta de la esquina.
”Lo que no entendemos es cómo pudieron autorizar a Marinsa que ocupe el muelle de concreto cuando sus barcos llegaron a medio terminar, de hecho toda la noche están trabajando, los techos aquí­ los instalaron y aquí­ se está haciendo toda la herrerí­a, cae al mar el óxido y otros restos, lo que implica contaminación, cuando se supone que en una terminal marí­tima este tipo de actividades no están permitidas, pero claro, ya se sabe que doí±a Licha consentirá a Marinsa todo lo que quiera, vamos si es como una prolongación de Ultramar», expresó un lanchero que prefirió conservar el anonimato.
Los prestadores de servicios repudiaron los precios que, aparentemente, manejará Marinsa, similares a los de Ultramar.
”Si al turista le cobran 300 pesos por viajar en un barco incómodo, que tarda casi una hora en cubrir la ruta, va a preferir Ultramar. Pensamos que la entrada de la naviera nos iba a beneficiar pero todo lo contrario. Ahora sólo nos queda la esperanza de Naveganto, que ya está preparando sus taquillas, aunque de esta empresa no sabemos más que aún alista sus embarcaciones que, según comentarios que nos han llegado, sí­ serán barcos de pasaje, no remedos de embarcaciones de ruta».

Graciela Machuca

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